Si que te digo que si! No me equivoque mujer, era el. Se asomaba por la cortina roja que dices le queda corta a la persiana, te lo juro. Mira, si no me crees.. voltea a verlo, no me mires directamente a los ojos, voltea esta atrás de ti. Ya me estoy cansando de que no me creas, yo me desgasto mucho, la neta. Últimamente, me he dudado. Ya no me creo nada pa que me entiendas. Y todo es por ti. Es que, así a cualquiera se le queda el trauma. Como aquella vez que no me creíste que me había ganado un viaje a Cancún,… mmmm
Con esa expresión me lo dice todo! Sigues sin creerme!! No hay duda. Pero era cierto, lo único que tenia que poner era el hotel y los boletos, pero me hacían descuento! Pero bueno, ahí yo estaba muy chiquita, que comparas! Que tiempos! Ya llovió, ya no descomponen las cosas, ya no. O al menos, es muy tarde para que yo me de cuenta de ello. De ponerle atención a los mínimos detalles que me gritan en la mañana: la cafetera, la computadora que se niega a ser portátil, los zapatos que al no ser usados se despertaron.. todo mujer, ya es muy tarde para todo, ya no me doy cuenta de nada, tienes razón. Pero lo de ahora es tan cierto como lo reseco de las plantas de mis pies, Tan cierto como tus ojeras, esas que faltas de exactitud te siguen confundiendo con árabe. Así de cierto pero no quieres verlo. Que fácil es decir que me crees no? Si que es un árbol, que son ramas, que es verde, que es alto, pero no me crees que trae las ramas de tu infancia. Que las hojas tienen ojos grandes que te miran perplejos tus hombros de espaldas. Ya pasaron muchos anos y estas mas allá de la mitad de tu vida, reanuda, voltea la cara, creele a una mujer que te mira, que como a ti, me es desconocida. Valora la distancia, nunca es tarde para darle la cara a tu cara por el ayer reflejada.