Jul 4, 2006

lo que pashe..
  • Llegue 10 min antes de que cerraran la casilla y no era la mía. Caminé dos pasos y estaba la apatía, disfrazada de esperanza. Muerte por lo sano dijo la mano. Al final, el pobre de mi voto se anuló, estoy segura, el debió ser el culpable de tanto pre-fraude. Recibió mucha presión de mi parte, mucho engranaje. Antes de echar la ultima boleta respire con cara de incrédula. Me ve el jefe de casilla y me dice: “ a ver si ahora si nos toca el bueno eh”. Lo miré y no lo miré. Mi voto invisible se fundió, como un foco se cayó.
    Al final me fui contenta. Ella estaba feliz y yo dispuesta, a esperar la línea, lo que fuera.

  • Hay cosas interesantes en el mundial que me hacen sentarme y emocionarme. Conste que no se nada de fútbol, pero jurando a la altura del mentón, los italianos desde el principio me parecieron destacables.


  • Hay más de un motivo para emocionarte tras el teléfono. Lo primero primero es la voz, esa voz que te hace recordar que te recordaron. Dos: imaginarte que esta haciendo. Yo siempre me e imaginado tras el teléfono un hombre moviendo los dedos, en el escritorio o en la banca. Dejando ahí la presión, los sentimientos. Y claro, dependiendo del movimiento de los dedos es la capacidad de conversación. Por lo tanto, no se puede confiar en un hombre que te habla por el carro, comiendo o chateando. Se puede confiar solo en aquel que piensa en llamarte y no lo hace. Aquel que se queda con ansias. Ese que marca pero no marca, es el neurótico, inseguro que conmueve, que me quiere.

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I have to tell you something, I said, I’m not going to lie, I have to tell you I have this god-shaped hole in my  heart, and I think you do ...