Hablando de la belleza que no dura, recordé lo efímero de su búsqueda. A veces, asemejándonos a la búsqueda inquisitiva en que Sabina tuvo cuando joven, esperando escribir la mejor canción del mundo, adoptamos posiciones diáfanas, erróneas que terminan siempre en el desgaste interno. En pretender alcanzar la pureza inerte, esa que no volverá. Hoy así me resuelvo: entre la discrepancia del hubiera y del ¿Querrías?
No comments:
Post a Comment