Jun 8, 2008

recursos de domingo

Hoy me hablo a mi misma con la misma dureza con la que alguien me hablo. Decir en voz alta y sin ninguna reserva que, talvez sin querer, he sido injusta al repartir mi afecto, mi atencion.
Esas palabras que por duras me llegaron blandas y sutiles, tienen conforme las voy digeriendo, mucho de razon. Es que he sido injusta. Pero tambien se que el ser injusta es normal, de humanos pues.
El comentario este, proveniente de una companera de trabajo, me hizo voltear mi mirada al pasado. Recorde cuando empeze a trabajar en este ambiente en donde tus problemas, tus emociones y tu ser pasan a segundo plano. “Al cruzar esa puerta, lo que importa son ellos” repetia la sonora voz de mi ex supervisora en aquellas juntas. Y yo asentia. Y al mismo tiempo volteaba y observaba a mis companeros quienes tambien asentian y decian algo entre dientes, cosas que nunca lograba descifrar. Cada que veia sus caras me preguntaba que tan convencidos estaban ellos de pasar a ese egundo plano. Eran, realmente los clientes los mas importantes? Cero transferencias o apegos de ningun tipo. No se si para los que tienen especialidad en psicologia o servicios sociales, esto sea mas facil, mas natural. No se. Pero se que para mi jamas fue facil. Y sigue sin serlo.
El despego de sentimientos no es sincero. Y dos anos atras mucho menos. Era, para mi, la primera vez en mi vida que me enfrentaba al racismo, en alguna de sus caras. Y entenerder que dichas manifestaciones eran solo una prueba. Una prueba de ellos para mi. Cuantos nombres gaunter ser llamada? El ser llamada nombres peyorativos o ser juzgada por mi forma de hablar me dolia. Como me duele hoy recordarlo.
Mi siempre sonrisa en la cara y patiencia corporal hicieron, poco a poco que tanto ellos como yo, encontraramos el balance al escuchar. Conoci un pequeno de los muchos lados que tiene la Tolerancia. Y la volvi una de mis mejores armas contra todo aquellos dolores que me eran tan dificil de aceptar.
Camine una larga y turbulenta brecha desde que empeze en este ambiente, con pasos que no borraria jamas. Sin embargo, contra las palabras, esas, las crudas y ciertas, contra esas me es muy dificil luchar. Ante ellas me rindo pues sin ellas las conversaciones, los dias, yo misma, la vida se vuelve vulgar.
Esas palabras no solo dijeron que he sido injusta con mis afectos, tambien que me he rendido ante aquellos que no han visto en mi alguien con quien hablar. Lo peor de las palabras crudas y duras no es que te las digan, ni la intencion de la persona al decirlas, ni siquiera lo fuerte que pueden calarte por dentro. Lo peor es que son ciertas. Lo peor es que me hacen pensar y buscar sin quererlo esa perfeccion a la que somos tan ajenos. Esa perfeccion que ningun master o doctorado han de otorgar.
Como le llamarian mis companeros que estan estudiados en esto: proyeccion? Transferencia de sentimientos? Lo cierto es que entre estos terminos me pierdo. Yo prefiero decir que la simpatia y compasion no igualitaria que puedo mostrar hacia alguien no es de ningun motivo planeada. Trato y seguire tratando ser profesional, tratando de ser tambien humana. Solo que el trazo de los limites son un problema. Solo que el valor que le doy a las palabras tiene dos filos, y hasta hoy aun no encuentro el positivo. Hasta hoy puedo decir que este es el positivo valor que las palabras me han dado: el desahogo. El poner mis confusiones en fila para en algun momento encountered alguna pista. Algo que me diga que el tener sentimientos no esta penado.
(estas palabras que me dan tanta vuelta son mi recurso de supervivencia para un domingo destinado al vacio)

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