Aug 25, 2008

Recuerdo que cuando estaba haciendo una investigacion sobre rasgos de ironia en Gordas:Historia de una Batalla, me encontre por un buen rato, robandome y coleccionando todas las frases que me gustaban para despues, lentamente discriminar. Y asi, por acto de “eliminacion” llegar con aquellos puntos en los que me enfocaria, buscaba pues, alguna palabra, una idea, que me prendiera algo en las arterias. O el lado o esquina creative que me queda.
“El dulce dolor del filo de la navaja que rasga limpiamente, en manos del ironico” encuentro esta frase hoy haciendo limpieza en mi librero, mi closet, que hoy en dia es lo mismo. Y me mueve algo en el pecho por lo que me muevo hacia el cuaderno. Pues no puedo evitar el pensar en aquellos, estos, los dolores que alguien nos provoca sin quererlo, sin intentos. O bien, dolores que nos provocamos a nosotros mismos por el legado de masoquismo en la vocecilla inconciente que nos habla con voz de pez. El dolor de terminar algo cuando aun no es tiempo; pero que dulce agonia es saber que no era tiempo pero que “fue mejor asi”, mi pregunta es si al hacer esto terminamos siendo ignorantes o soberbios?
Ignorantes porque no tenemos idea de las consecuencias que traeran un adios asi de jalon. Ni los momentos de no lucidez que nos esperan. ni algunas letras desganadas que saldran de ves en cuando, ni este mal, este mal.
O seremos solo sober bios, pues no creemos que el dolor dulce dolera. Al final, por ser mas sultiles, son mas llegaderos. La cachetada con guante blanco es un acierto. Una herida abierta que uno mismo ha abierto, no es dolor mi vida, es ironia.

The lesser blessed

I have to tell you something, I said, I’m not going to lie, I have to tell you I have this god-shaped hole in my  heart, and I think you do ...