Oct 25, 2007

en el proceso de recuperacion, despues de que se termina algo en mi vida, hay ciertas frases, paisajes, sabores y falta de tacto que no se olvidan. Al menos hasta que aperece quien lo cura.

Lo siguiente, pedacitos de supervivencia de Masttreta:

No te vuelvas inteligente antes de tiempo
- le decía.
- Llegó ayer
- le contestó la tía Daniela un mediodía.
- ¿Cómo sabes?
- Lo vi. Tocó en el balcón como antes.
- ¿Y qué sentiste?
- Nada.
-¿Y qué te dijo?
- Todo.
- ¿Y qué le contestaste?
- Cerré.

Oct 22, 2007

Soy una ciudad en llamas. El fuego estaba en el tope antes de consumirse, había conque mantener el cariño vivo, pero solo en esas bases. Fuera del entorno del subsuelo de los cuerpos, éramos los amigos con menos que decirse. –eres todo lo que tengo. Quiero que te enamgores de mi. –odio decir esto. –no encuentro algo más que decir. Frases que se dicen pensando que ayudaran a salvar la situación extraña, incomoda de tener tanto en común, de conocerse secretos que delante de otros nos hacen reír; frases que demuestran falta de interés, aunque –algunas- maduras; frases que desgastan energías; frases hechas; frases huecas; frases tan fuera de tiempo; frases tristes, que no dejan dormir; frases que en un día como hoy, de no salir, me obligan a retroceder tiempo. Manipulo de vez en cuando el tiempo para desarmar el rompecabezas y encontrarle razón a frases así. Deshacer las frases hechas y armar mi propio rompecabezas. Al rehacer el rompecabezas una cosa esta muy clara, soy una ciudad que tiene el pasatiempo de evacuar, que se encarga de los desechos cuando queda lo mínimo por salvar. Que, mientras todo se encuentra bajo la lumbre, huye. Ciudad desliz. Soy una ciudad consumida en el miedo.

Oct 21, 2007

Mi memoria me traiciona. El verdugo de mi sombra me deja encadenada con recuerdos embalsamados. Me despierto en la madrugada de hoy y de mañana escuchando los miles de No-s que le dije, que me dije. Pues de tanta negativa me quedé con un dolor que no sé describir, un dolor de esos que me despiertan. El sueño es muy pesado regularmente. Mi sueño, si, estoy hablando de mí, es pesado como mis ronquidos, pero hoy, para salir de la rutina la memoria se hace bulto. Es pues, una bazofia. Recuerdos fragmentados: un abrazo aquí, una humillación allá. Otra vez el teléfono se repite en mi mente. El alrededor me reclama la miseria en la que se ha convertido este instante y yo, yo me voy a refugiar como lo hago después de que algo asi termina, me voy como niña reprobada a refugiar con mi madre.

The lesser blessed

I have to tell you something, I said, I’m not going to lie, I have to tell you I have this god-shaped hole in my  heart, and I think you do ...