Jun 25, 2006

  • Tus ojos delatan un interior hermoso que no puedes ocultar,
    Creo que tienes la culpa del interés que puedes despertar,
    Acaso miento cuando digo que tan interesante puedes llegar a ser?
    Sabes donde encontrarme, solo házmelo saber
    No creo que mis sonrisas te arruinen el día.
    Una sonrisa nunca cae mal al caer el día, la vida o la rutina.
  • Mi vida es entregarme definitivamente,
    suve pero vehemente,
    dulce pero con fuerza,
    tierna pero con criterio...

Jun 21, 2006

Una de las niñas que habitaba en mi cuando niña, hoy se sintió triunfadora. “te gane” me susurraba con el lenguaje que las lagrimas en mis ojos emanaban. La mujer de hoy, esta que soy, que se cree plena, tartamudeo. Se encerró en un rinconcito del baño mientras veía a otras retocándose las lagrimas invisibles que las mueven. Salio después, con la frente en alto, con la cara lavada, con una maleta menos que cargar, con una pena desahogada. Esta mujer se reunió con una de las personalidades que hace mucho había olvidado ser. Esta mujer se ha vuelto irreprochable. Poco culpable. Las lagrimas no llevan llaves, siguen rondando, loquitas, bipolares.

Jun 19, 2006

Reinventando

Hoy te fuiste a tu viaje lento. Será lento porque viajara sin tiempos. Se que será largo porque reinventara algo. Como me paso a mí. Regresaras única, como tu y como otras tu que descubrirás ahí. Regresaras con tu-no sonrisa contagiosa. Con tus cabellos que son secretos (pues solo tu y yo lo sabemos) me voy contigo aunque este aquí. A veces hay periodos cortos que reinventan, este es uno de ellos. Cuando regreses seremos las dos nuevamente nuevas. Tú seguirás con tu optimismo y yo con mi ceja levantada y mis vaivenes. Seguiré siempre tal cual con el paladar más dulce que amargo. Reinventadas por lo que ya no nos pesa. Seremos más mujeres, más sensibles, igual. hermanas.
Querida, no te defendí nunca. Te vi. pasar con algunos miedos encima y baje la vista. Seguí caminando a medias, pero sin saber a donde. Sin reconocer realmente el lugar en el que te dejaba, fatídico. Cuando de vez en cuando me llama la nostalgia, me roza tu `cadencia, tu ternura, tu inocencia. Despierto y me convenzo absorta que ella no esta perdida. Infancia, sombra querida, no defendí pero sigues aquí, creciendo conmigo.
El tiempo al compás
El respiro es audaz, no me obedece
Sus lamentos no conmueven
Se alejan del vientre

Nada se contiene
en ese largo y continuo aullido
me muerde lo prohibido
dos respiros, ya no es uno
lo alargo, lo subyugo.

Lo que se espera: un presagio
Un recuerdo en voz alta, permanente
Como mi paso de laureles.
Tan efímero como el vacío.

Jun 18, 2006

Apenas acaba de aparecer el maestro que nunca se quita la joroba de nostalgia. Me voy hacer disimulada para que no me vea. Es que, últimamente, cuando me mira a los ojos (que yo bajo) siento que me desnuda, muy parecido al proceso de desnudez que deposito y vomito cuando tengo sed. De contar. De albergar reflexiones aunque no sean mías, ni vayan a misa. No se porque pero ahora lo veo mas enderezadito, aderezadito con su bufanda beige que lo hace tan único y diferente, tan gay y tan prudente. Acaba de pasar la puerta y yo no entiendo porque lo veo sin tener la vista al frente. Es que tendré un ojo en el dedo? Porque aunque parezca ficcion o plagio de cuento de primaria, cuando leí por primera vez Un Ojo en el dedo, yo le pedía a mi diario (pues era el único en quien creía) que me concediera la dicha de tener un unicornio ocular que me permitiera volar y ver lo que leía el, mi maestro. Quiero pensar que es el tercer ojo el que lo mira. No puede ser otra cosa. Yo soy muy distraída. Pero el ojo siempre esta atento, es tan cauteloso como los lentes que el no se quita, que prefiere no quitarse para continuar con su mascara. El. Pendenciero. Dedo que no quiere atole. Ojo que se lo come. Dedos que repelan ojos. Dedos que miran fijamente sus ojos, cuando los suyos son infijos. Siento que siempre me reta, pero a tientas. Hay mucho tension en mi ojos. Se cansan de esconderse En puntillas, como si me cuidara mucho, como si le importara pues. No se. A mi mis companeras me dicen que yo soy su consentida, que de seguro influye en que yo no me pinto, no hablo, no llego tarde y no lo veo. Hace días que lo veo menos. Me he concentrado en verlo por mis hojas. En recordarlo por la tinta del ultimo dibujo del quijote que pinto en sus anos mozos. Ya no quiero que recuerde. Quiero que viva, que escriba, que dibuje, que mire a los niños y no los quiera como sus hijos. Que recuerde a su padre y me abraze.

Ahora si, ya cruzo la puerta. Entro al salon. No voltea, no voltea. Yo quiero que hoy ría. No se si darle la carta que le he escrito por una semana. La carta que he pulido sin dejar que el diccionario me acoja. Quiero que el sepa que me esmeré por el, para hacerlo reír aunque su risa sea por lastima o burla. No importa. Yo lo que quiero es que sonría, que me vea y diga: Gracias niña. Y yo decirle: de nada papi, perdón, en su día señor profesor: felicidades!

Jun 5, 2006

Verify me

Después de aquella noche en que la boca no emitió plegarias, arrepentimientos, reproches y demás adjetivos que salen de una noche de alcoholes, no tuve mas remedio que cerrar los ojos y quitarme decadas de tradiciones que impedían liberarme. Es lo único que se puede hacer después de haber caminado toda la tarde, de haber llorado por la injusticia que ni siquiera me correspondia, de estar sola contagiándome con el olor que de los otros robo, que me inyecta vida –momentánea adrenalina- que con convicción aspiro. Mi cabeza no escuchaba remilgos. Después de ese largo camino con el, después de compartir más que la cama: la vergüenza bajo la almohada, me encontré con muchas cosas por decirte en la mañana. Como por ejemplo, decirle que me gustaba su caminar, muy a la “pingüino de trapo”. Estabas helado, Verde. Frío color pistacho fuera de temporada. Que había algo en su trato que me recordaba a mi cuando creía en el buen trato. Que fue buena idea comprar mas de dos cervezas y no explicarme como perderme sola en los trenes inservibles, donde no dejabas que los edificios y la categoría de lo antiguo cayeran sobre mi espalda, no dejaba que se cayera el muy arraigado estereotipo. Si bien, a la boca (la mía, pues me condena hablar de la tuya) le hizo falta creatividad, es decir: esgrimir la verdad, a la noche le faltaron 2 días y así, nos fuimos sin más, nos fuimos al no lugar.
Lo único imperdonable seria el arrepentimiento, no solo de un momento, sino como forma de vida. Lo imperdonable seria no perdonarme. Seria cargar con los pasajes como si fueran reales, como si no me conviniera olvidar.
Tu adiós se convirtió en intercambio de correos, de abrazos y ojos sabor betabel y despedida.
El mió, en huida.
Pasa un tiempo.
Pausas del tiempo.
Y me decido a escribirle para decirle ese Gracias, o simplemente, que sus ojos me gustaban. Su correo no existe. Se me regresa. Se me regresa ese Gracias. Se me regresan mis burdas esperanzas. Se me regresa esa noche y regreso al sueño, al sueno y al mundial.

Jun 4, 2006

  • Ultimamente no ando nada analitica, entonces, cuando un extrano con afan de conquista me dice: "yo busco un socio para la vida" en lugar de acusarlo de macho empresario, me conmueve. porque si una relacion se compara con una empresa, las regalias y el capital salen sobrando, invierto solo lo que es necesario, o todo, segun sea necesario. el saldo resulta a largo plazo la reflexion absoluta. y en eso siempre salgo ganando.
  • En más de una ocasión pensó tener aventuras de esas grotescas que leyó. La tuvo. Hoy piensa que solo le parecía grotesco porque no era el el personaje. Se es exótico solo fuera de si? Fue una ilusión óptica que le impide ver que el que esta viviendo no es el, sino la utopía de su sueno. Es el desenlace de esos 30 segundos en los que el sueno mas profundo le lleva al clímax y, luego le despierta chocando todo alrededor para corroborar que no es cierto, que el es cierto. Pero ya era tarde para quitarse las mascaras que lo atan al pasado y le permiten ser el que cree que es cuando no esta dormido y se arriesga a ser el mismo. A ser grotesco como en sus sueños. A coquetear con lo despreciable del lado que al menos El admite tener.


The lesser blessed

I have to tell you something, I said, I’m not going to lie, I have to tell you I have this god-shaped hole in my  heart, and I think you do ...