Hoy a sido un día difícil, le dije adiós a otro cliente. Al principio, me costaba trabajo formular mis lineas de despedida. Y aprendido como canción pero lo decía en publico. Hoy en cambio, tras anos de convivencia diaria, de mas errores que aciertos, de carcajadas, de miedo, de progresos, se me facilita mas el formular esas lineas pero al decirlas se me agrieta la voz y se escapan recuerdos.

El es un adulto en mente de 6. El revertir las etapas no es lo que me causaba interés. Me sigo emocionando por la forma en que mueve sus manos contra su pierna cada vez que se traba al hablar, al pensar. Le gusta el rap y su ídolo es Michael Jackson. Se compra ropa y cd's cada semana. Nos recibe con muchísimo entusiasmo en la mañana y es el primero en notar cuando lavo mi carro, cuando me cambio el color de las unas, o cuando como mas azúcar que la habitual. Le gusta la ropa blanca y desayunar con mucha calma.

Ha tenido una vida dura. Pero estoy casi convencida que lo que viene sera mas fuerte. Me gusta creer que sobrevivirá, aunque se tenga que dar pequeños golpes en la pierna con tres dedos de la mano derecha cada vez que decida hablar por el mismo.
I am happy for you. Dice uno de los estudiantes ya graduados. Y quise abrazarlo. Siempre he dicho que estoy en contra de los favoritismos. He dicho también que nada de esto es personal. Sin embargo, no puedo dejar de admitir que estoy agradecida por haber sido parte de una etapa de su vida.

Hoy no quise decir nada. He dicho mas dejando a otros hablar. Pero los buenos momentos, los nuevos clientes y las nuevas necesidades de afecto siempre están en fila. Siempre hay otra historia difícil que espera.