Estoy nerviosa no puedo mentirte ni mentirme. Camino de puntitas por tu casa. La inestabilidad de lo nuestro palpita y resuena en toda tu casa. Tu casa. Desconocida guarida donde tampoco hay secretos. A la que le has puesto distintos muros para protegerte de mi, de ellas, de ti.
La unica vez que me escape un poco y sintiendome ligera hasta de mi, me atrevi a hurgar un poco en ella, no encontre nada que me dijera algo de ti. En la sala, lugar donde me siento tran privilegiada, descubri algunos cuadros de jazz. Llenos de color e historias. Atine a comentar que no podrian ser tuyos. Y no lo eran. Me senti un poco decepcionada al confirmarlo pues de haberlo sido, aunque sea tendria la certeza de que tienes gusto. Ya no malo ni bueno, tan solo un gusto por algo definido, personalidad. Esto explica talvez, un poco mas la idea que desde que nos conocemos he querido transmitir: no tenemos nada en comun. Frase por demas gastada lo se, pero me desgastaria en buscar otra al dirigirme a ti. Busco solamente gendarme ante ti. Decirte muchas veces que me estoy muriendo toda. Esta soledad de estar contigo amigo me esta dejando sin dormir. Tengo pavor al telefono y me duelen las excusas que te tengo que decir.
La imaginacion tambien cansa. Y las frases vacias que yo misma he creado, las escenas y los suenos absurdos se han ido acumulando. Ya no hay espacio. Sonar puede ser, a ciertas alturas incensato de mi parte. Atreverse a querer cambiar posturas es una locura. Y tu postura siempre estuvo definida.
Vuelvo a tu casa. Vuelvo a observar lo ajena que estoy de ella. Hay recorridos que a veces se hubieran querido ignorar. Este fue uno de ellos. Pase de noche por la cocina pues nunca tuviste lo que me gusta, es todo. No es que le ponga atencion al asunto cocina, es solamente como dice dona Emma:”se las fui contando”.
Recuerdo que al pasar por tu closet senti celos. Camisas inmaculadas que solo usas en ocasiones especiales. Nunca conmigo. A mi me conoces, y presumes que soy una mujer dificil de impresionar. Cres que es por eso que jamas trataste. Te rendiste y creiste que no existia batalla. No la hay es cierto. Y este tampoco es un reclamo con caratula de carta. Ni es un queried con sabor a margarina. No estoy disfrazando reclamos ni recelos para hacerlos pasar por algo mas masticable. Es solamente una esperanza con letras que tiro al vacio. Una esperanza de olvido.