En una de las ultimas reuniones con mis amigas, me dí cuenta que nunca se me hace ver completo el programa de brozo. Siempre me tienen que contar algo y me doy cuenta que me pierdo lo mas bueno. Así que hoy, pretendo mantenerme despierta, verlo completo para que nadie me cuente, por eso escribo para mantenerme en vela. Y así, mientras escribo, recuerdo lo pesado que he hecho los tan livianos días del inicio de julio. Este año empezó bien. Todo iba bien. Tenía nuevo corte de cabello, nuevas velas con aroma a canela, nuevo estilo de hacer las cosas. Aunque, claro, guardaba algunas cosas viejas. Siempre he batallado rotundamente con los adioses a las cosas y a los dueños de las cosas. Tenía el mismo diario de viajero que compre en un bazar pequeño cuando andaba perdida. Me quedan todavía muchas hojas. Una por cada anécdota que no he podido contarme a mi misma. Ahora las intercalo y escribo en el nuevo año. Empecé también con el mismo: con él. A pesar que sabía que eso era algo de años pasados, dejaba la puerta abierta para los ratos en que reina la fiera.
Entre el apogeo de enero, me supe sólida y sin falta de nada. Lo deje atrás al igual que tantos mas.
Hoy todo va mejor. Sigo teniendo mis planes, sólo que ahora son más audaces. Las ideas son concretas y ya no angustian, no desvelan. Me corte nuevamente el cabello. No mucho, nadie lo nota de hecho, pero yo lo siento. Lo siento mas corto y mas denso. Cuando camino mi pelo reinvento, cual cara plegada de asombro; nuevos vientos.
Ayer durante una entrevista de trabajo, estuve a punto de morderme una uña. Y mi lengua hurgo en mi boca, No me comí las uñas ni tampoco cruce los dedos. No voltee al cielo ni me le pedí nada a nadie en mis ruegos. Hoy casi todo me lo debo.
En este viernes estoy ausente de todo. No salí del sótano, tampoco me envolví en sus sombras que devoran. Ya casi es la una. Tratare de hablarle a mi hermana. Debe estar despierta ya.
Son 15 para la una, creo que a la una empieza el programa de Brozo pero el sueño ya me desordena hasta para corregir este texto. Me voy a dormir, que mas da! Lo bueno es que tengo amigas que platican muy rico, que me lo pueden contar.
Entre el apogeo de enero, me supe sólida y sin falta de nada. Lo deje atrás al igual que tantos mas.
Hoy todo va mejor. Sigo teniendo mis planes, sólo que ahora son más audaces. Las ideas son concretas y ya no angustian, no desvelan. Me corte nuevamente el cabello. No mucho, nadie lo nota de hecho, pero yo lo siento. Lo siento mas corto y mas denso. Cuando camino mi pelo reinvento, cual cara plegada de asombro; nuevos vientos.
Ayer durante una entrevista de trabajo, estuve a punto de morderme una uña. Y mi lengua hurgo en mi boca, No me comí las uñas ni tampoco cruce los dedos. No voltee al cielo ni me le pedí nada a nadie en mis ruegos. Hoy casi todo me lo debo.
En este viernes estoy ausente de todo. No salí del sótano, tampoco me envolví en sus sombras que devoran. Ya casi es la una. Tratare de hablarle a mi hermana. Debe estar despierta ya.
Son 15 para la una, creo que a la una empieza el programa de Brozo pero el sueño ya me desordena hasta para corregir este texto. Me voy a dormir, que mas da! Lo bueno es que tengo amigas que platican muy rico, que me lo pueden contar.
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