Oct 20, 2006

La decima.
FUERA.

Estamos viviendo en la tierra de Nadie. De la impunidad.

-señora, en zonas turísticas no se meta.

No es justo señor benito. Y el tal benito hablando de coadyuvar y banalidades burocráticas. Todo esto es una farsa. Estoy sentada en la pura esquina. Yo no debería estar aquí, pero por azares de geografía aquí estoy. A mi izquierda esta una tipa que se la pasa checando su celular, mandando mensajes. Mas a la izquierda otros 3 tipos con gafetes. En el centro el tal Benito. Tipo que tiene su cargo en seguridad publica ,bla,bla. Se la pasa reiterando que es ABOGADO. Que fue no se que del colegio de abogados, dice que la policía si funciona y la tipa de al lado contesto el timbre, se le olvido poner vibrador a su tan ponderado cargo.

Entre el público esta realmente la gente que importa. Me cambio de lugar sin que lo noten.

-La autoridad brilla por su ausencia.

Estoy de acuerdo con el señor morenito que esta hablando muy articulado: “estas reuniones son una burla”. Y termina diciendo: “estamos jugando al gato y al ratón”.

Enfrente de el, el mejor vestido: un corita muy asoleado. Viste su traje autentico, para los que no lo conocen adjuntare una foto. Calza sus huaraches ya muy gastados, trae su morralito y una libretita con una plumita azul que le prestaron. Mi paisano. Sus huaraches son igualitos a los que usaba mi abuelito, los trae igual de gastados. Veo otra vez sus pies y mi mirada se pierde y se va hacia los calores húmedos de una tarde en Tuxpan. Solo veo esto: La tarde cayendo sobre la mirada de mi abuelo, meciéndose en su silla que sacaba enfrente del portón por las tardes. Sus pies con unas sin cortar, sus pies que de tan resecos parecen blancos.

El Corita se toca la frente y se frota por varios segundos los ojos (parece cansado). El tal benito sigue hablando trivialidades. La señora regidora toma la palabra. Es una señora vieja, con demasiado maquillaje, lentes y chimuela por completo. Sigue repitiendo que es muy sincera y también sigue repitiendo sus puestos en el gobierno. Yo sigo mirando al corita.

Me pregunto de donde vendrá ahorita.. Me quiero quitar de esta incomoda mesa de participantes, pero si me muevo ya no veré al corita, ya no veré sus pies y huaraches, ya no veré a mi abuelo. No mirare la niña feliz que fui en Tuxpan. Seré otra vez una adulta que escribe frustrada mientras escucha participaciones burdas. Me quedo aquí.

Tipas entaconodas con gafetes bostezan, checan sus celulares cada que las miro de reojo.

Han participado muchos. Hay unos señores acalorados, sencillos que trabajan mucho, que les roban mucho, que se quejan mucho. Señores que tienen razón de quejarse. De quejarse de cómo “a los indígenas nos quitan los dineros” “encueraron a una señora ya grande para sacarle el dinero que se gano de un día con mucho sol”.

Se extienden documentos. Esto es muy penoso.

Alguien mas habla de las mezclas de culturas, de colores de piel, de geografía. Yo nací en Mexicali, soy Cachanilla. Pero viví cada dos meses de mi vida en Nayarit. Soy Nayarita.Yo no creo en las mezclas pero estoy apegada a espacios que me traen y me llevan de regreso a los recuerdos. Que me llevan por instantes al significado de lo que para mi tiene la palabra FELIZ con mayúsculas.

Un tipo habla del Valle Verde, de la policía preventiva y de cómo los derechos de los indígenas son violados.

Mi Corita morenito, con su bigote muy negro se ríe con los ojos a medio cerrar. No opina nada, pero de vez en cuando asienta con la cabeza, apunta algo. Me pregunto que escribió. Me muero por saber que escribió justo en este instante. Instante que ya se acabo. Lo sigo viendo y pienso que no es necesario que opine. El esta mas presente que ninguno.

Ya me cambie de lugar. Desde este lado se ve todo mas claro. Estoy con la gente que no ha participado. Gente que realmente tiene cosas que decir, pero no hablan. Señores con cachuchas de trabajo, con su pluma en la oreja, con sudor en la frente que refleja la coherencia que estoy segura tendrían sus intervenciones.

Están tomando acuerdos, propuestas finales – “tomaremos cartas en el asunto”,- dicen. Ahora, por ultimo, hablan del DIF y de las diferencias que existen entre el municipal y el estatal, de porque no se puede hacer mas por los niños. –Se están tomando cartas en el asunto-.

-los temas están agotados- dice un tipo trajeado que según es Dr. de no se que. habla incoherente, se pone nervioso y rojo. Arbitrario. La cosa se esta poniendo buena. Lastima que –los temas están agotados-.

La farsa viste de traje y gafetes del palacio.

Son las seis con cinco minutos y mi carro esta mal estacionado. Me estoy acalorando y ahora todos hablan al mismo tiempo. Una señora habla de los problemas que ellos no atienden, los ataca de frente! Esta ha sido la mejor intervención. Creo que no me queda nada por ver.

Bueno si. Lo miro otra vez, ahora de perfil, se toca la cabeza demostrando su cansancio. No se si su cansancio del día o de escuchar tantas tonterías. Veo sus pies, alcanzo a ver poquito las notas de su cuadernito. Parece que escribió mucho. Lo admiro. Me despido con la mirada aunque el no me vea.

Veo sus pies.
DENTRO.


…. Camino por el piso recién trapeado de la sala, de la casa donde mis tías recibían serenatas. Camino por la sala para llegar al portón. Voy a la mitad de la sala de la casa en donde mi padre prometió cosas bonitas. Camino y me despido –por ahora- de la casa de peleas políticas en familia. De la casa donde se criaban puerquitos, uno se encariñaba con ellos y luego con mucho cariño nos los comíamos. Que rico sabía el cariño. Llego por fin al portón y a la tarde. Me siento en la banquetita y veo por ultimo los huaraches de mi abuelo. Me sonrío. Ya es un poco tarde pero no estoy cansada. Caminare, por la calle empedrada con mis pies con calcetas y huaraches, me dirijo como lo hacia con mis primas, con mi hermana. Pero esta vez me dirijo sola. Me inundo de melancolía y me gusta, me inundo al dirigirme al río.


  • Hoy tomaba un café con una amiga y me di cuenta que rompemos la regla. Los hombres no son nuestro tema.

    Dedos impacientes. Me temen.

  • "Si gema, hay que ser sincera, empieza bien. dile que somos pobres" la invisible, la indivisible.

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