Nov 16, 2005

· Hay varias formas de entender-(me). El entender que me duele: Sentimiento color país de cobertores mediterráneos. Pesadillas a cuestas. El sinvivir del aeropuerto. El llamarte desde el hotel y que no estes. El estar allá sin estar. El despertar. El calvario que llevo en el apellido.

Algunas veces me gustaría que los errores se hicieran más sensibles. Que pusieran un poquito de su parte, que se pongan en los zapatos del amante. No siempre es responsable el jugador. No siempre soy responsable yo por amarte. Muchas veces la culpa tiene algo de culpa. Y ya, la mayoría de estas, los errores se convierten en la distancia que hay entre la mía y tu almohada.
Estaba planeando en hacer un libro con mi primo. Un libro que hable de su no fe y mi nierviosismo. Que sea una mezcla de recuerdos con el no saber del momento. De la timidez que me heredaron los ausentes y sus incertidumbres de adolesente. Se que todo esto estara en el libro, acompañado de la lluvia de sapos en mis ojos y el olor a fresa podrida a un lado de la hamaca tuya y mia. Me imagino a los puerquitos asustados a un lado de las páginas de llanto; esperando ser parte de nuestro convíivio. Esperándonos.
Huelo los limones del árbol que esta a un lado de la cocina, mientras le saco punta a este lapiz que no falla. Que le falta prisa. Los huelo, al tiempo que disfruto el pisar un vidrio por fumar a escondidas. Por pensar a escondidas.
La Familia Burron esta de paso -dice una de mis tías mientras toma El Vaquero con ansias menguadas por la ausencia de lectura. Ya no le causan nada. Es la costumbre de los deseos que florecen cuando se toma el te con la ultima de sus despedidas. Con el no estar del sabor abandonado del jocoque. El color amargo. Blanco fuerte..
Creo que mi primo estara de acuerdo en agregar elementos como estos: en los que nos fluya el sabor de lo indecente. De lo que nos prohibían y haciamos, de las tardes sin huaraches por tuxpan. Creo que no habrá problema. Pero, de cualquier forma le preguntaré si coincide en exponer los ataques de risa en el cuarto de mujeres. El yo no la cargue y sus pecas terciopelo.
Estaba pensando en compartirle mis planes. Aunque quiza es mi mano la que transcribe nuestros deseos. Nuestro plan. Del libro de nuestros recuerdos.

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The lesser blessed

I have to tell you something, I said, I’m not going to lie, I have to tell you I have this god-shaped hole in my  heart, and I think you do ...