Nov 11, 2005

Me toco escribir de la prisa de tus labios en abril, que no es lo mismo el suspenso en asiento trasero. Que las imágenes descompuestas no me quitan suspiros, como te los robaba a ti. Asi descubrí que el silencio con el que me decias “hablame” mientras manejabamos a Tecate se transformaba en frases revueltas, en querer decir que no y que si a cuestas. En querer parar a comprar un café después de pasar Eastalke. En no traer gasolina por olvido, en pararme y esperar que alguien piadoso se apiade. En esperar que todos sigan ahí, que me esperen, que siga siendo el centro de atención por llegar tarde. Ya se, a ver si un dia de estos aprendo a besar tranquila, a poner música y gasolina. A estar más con ese tu que soy yo misma. A quererme hasta en estos días. Me toca escribir-me.
Alguien me dijo un día que lo que yo hacía no valía. Que todo lo que hago en engañar a los demás y a mi misma. Que mi falta de acentos eran el ejemplo. Que todo tenía un propósito, así, con horario y todo. Que busco que otros se reflejen en mi y en lo que siento. Que todo me lo tomo personal y que me altero. Que no tengo uno sino mil defectos. Hoy pienso que tenía razón, que somos igual de arrogantes.

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The lesser blessed

I have to tell you something, I said, I’m not going to lie, I have to tell you I have this god-shaped hole in my  heart, and I think you do ...